lunes, 7 de noviembre de 2011

Ateísmo Racional y Visceral.



Hace unos días tuve una discusión vía Facebook con un ateo muy interesante cuyo nombre obviamente no voy a citar en este escrito por razones de prudencia y de respeto a la privacidad. En dicha conversación –en la cual intervino alguna otra gente- yo proponía que el Ateísmo debía estar totalmente separado del misticismo, y que por lo tanto aquel que negare la existencia de Dios debía hacerlo a través del razonamiento, y no a favor de alguna otra multiplicidad de seres místicos; la respuesta no se hizo esperar.

Según mi interlocutor mi planteamiento era absolutamente falso, por lo tanto aquel que creyera que Dios no existe, bien podría creer que los extraterrestres si, y de igual manera ser Ateo. Yo medité y quizá en un sentido muy pero muy estricto que considere al ateísmo como simplemente “Sin Dios”, esta persona tenga razón; entonces quizá merezca la pena tratar de separar el ateísmo racional del ateísmo irracional, y hago esta distinción porque me he dado cuenta que dentro del pensamiento Ateo existen estas dos vertientes que son totalmente contradictorias entre sí y por lo tanto excluyentes.

Considero que el verdadero ateo es una persona racional, que llega a las conclusiones que llega no de manera arbitraria y visceral, sino por el contrario de una forma meditada, analítica y congruente con nuestra naturaleza humana. El ser humano está dotado de razón, que decía Ayn Rand que es la única herramienta que posee el hombre para afrontar el mundo exterior, para relacionarse con el entorno y para su entendimiento del universo que le rodea. Por lo tanto el ser humano no puede aceptar que exista ninguna clase de conocimiento extrasensorial, el conocimiento debe ser, no necesariamente científico, pero si racional. Entonces tenemos que el ateo racional dirá: No hay prueba o argumento racional que demuestre la existencia de Dios, por lo tanto dios no existe. Es decir, que si este es el argumento de un Ateo Racional, será imposible escucharle decir lo contrario con respecto a otros seres propios de la imaginación humana: Extraterrestres, fantasmas, o superhéroes.

Por el lado contrario aparecen los Ateos Irracionales o Viscerales, personas que niegan la existencia de Dios, como ser supremo, pero que aceptan la existencia de otro tipo de seres místicos; y también están aquellos que decepcionados de Dios y para “enguerrillarse” con él lo niegan por puro resentimiento, y aunque creen en su existencia se autodenominan Ateos. Creo que este grupo de personas está realmente equivocado con su conceptualización de Ateísmo, por lo tanto creo que convendría educarles al respecto para así ayudarles a encontrar un camino que sea más acorde con sus necesidades humanas. Los ateos irracionales no son verdaderamente ateos, ya que no solo basta con cumplir las premisas más estrictas propuestas en el concepto de ateísmo, es decir “Sin Dios”, sino que esa negación a la existencia de alguna deidad debe ser originada por un pensamiento racional, y que la misma debe ser aplicada a todo ser, conocimiento o conducta que pretenda ir en contra de la razón y por lo tanto en contra de la humanidad.

"Realmente, si quiero resumir mi actitud hacia la cuestión de Dios, es esta: Por todo lo que sé, la definición de Dios es “lo que la mente humana no puede entender”. Siendo una racionalista, de mente literal, y creyendo que es una obligación moral el creer realmente lo que uno dice, tomo literalmente la palabra a los que dan esta definición, estoy de acuerdo con ellos y les obedezco: No lo entiendo." Ayn Rand.

martes, 17 de mayo de 2011

Venezuela Subterránea.


La Venezuela de hoy es irreconocible, éramos un país petrolero fuerte, donde había empleo, oportunidades y gente en constante crecimiento, hoy día la realidad es totalmente otra, y no es solo culpa del amargo socialismo que ha invadido políticamente nuestro país en los últimos doce años, sino de cientos de años de historia, que nos han perfilado y preparado para ser un país donde tristemente germinó la semilla socialista. El principal culpable de nuestra desgracia, es un sistema histórico, heredado de los años de conquista española: El mercantilismo.

El mercantilismo es un sistema económico en donde –al igual que en el socialismo- es el estado el encargado de manejar todos y cada uno de los medios de producción a su antojo. Muestra de que es verdad que el mercantilismo logró meterse en lo más profundo de nuestras venas, es que la tendencia política venezolana es proestatista, y que todos los partidos políticos venezolanos tienen un claro perfil centro-izquierdista e izquierdista.

Los ciudadanos han confiado en el Estado, y él mismo les ha fallado millones de veces, sin embargo, continúan creyendo que la solución a sus problemáticas es salir lloriqueando en busca del padre Estado protector y exigir que les den casa, que les den trabajo, que les den comida etc. A pesar de que esta conducta humana es reprochable, no es menos cierto que el Papa Estado crió al Hijo Ciudadano con esas malas mañas y por lo tanto él es el verdadero y total responsable de haber vuelto al venezolano un parásito.

Por si fuera poco, llegó a Venezuela un terrorífico gobierno izquierdista que lo único que hizo fue profundizar las marcas proestatistas de nuestros ciudadanos, volviéndolos no solo unos parásitos, sino además unos delincuentes que están dispuestos a ponerle las manos a la propiedad privada vulnerando además los derechos de las demás personas, en nombre de sus propios derechos, acción ésta que además ha sido auspiciada por el actual gobierno bolivariano.

La inviabilidad del actual sistema lo han demostrado el desmoronamiento de la empresa petrolera, la destrucción, sino total al menos en la mayor parte, del aparato productivo nacional provocado por la nacionalización de las empresas privadas fundamentales, la poca fiabilidad de las diversas instituciones que conforman el Estado venezolano, la delincuencia, la falta de poder adquisitivo, los problemas presupuestarios estudiantiles, la inviabilidad de nuestras carreteras y calles… ¿Seguimos? Mejor no, la verdad es que no quisiera pasarme la vida escribiendo sobre esto, por que ciertamente podría hacerlo.

Mi llamado es a que reflexionemos, a que pensemos, a que nos demos cuenta que el actual sistema que nos han impuesto nos está destruyendo desde todos los puntos de vista, y que llegó la hora de ponerle fin a estos 12 años de terrorífico vivir que hemos tenido los ciudadanos venezolanos. Pido que analicemos, miremos hacia atrás, a nuestra historia no solo patria sino mundial, y no sigamos cometiendo los mismos errores del pasado. Recordemos que a pesar de que vemos caras nuevas en la política, solo son más de lo mismo, nadie se presenta y perfila una verdadera propuesta viable para recuperarnos del daño que ya nos hemos hecho a nosotros mismos y que nos sirva como un camino alternativo verdadero para salir del socialismo y de la mentalidad socialista que padecemos desde hace ya tantísimos años. No vemos antagonismo entre oposición y gobierno, solo vemos niveles, el actual gobierno tiene claras marcas comunistas, y la oposición marcas socialistas un poco más moderadas. Nos merecemos algo mejor… piénsenlo.

jueves, 5 de mayo de 2011

La Verdad


Después de tanto tiempo sin publicar ninguna entrada en mi blog de reciente creación, traigo un tema con una importancia humana que considero trascendente: La verdad. La verdad es sin duda alguna una palabra que escuchamos días tras día en nuestra vida cotidiana, y que además nos acompaña hasta que el momento de exhalar el último suspiro llega. Podemos escondernos de ella, tratar de no encontrarla o que no nos encuentre, y hasta quizá negar su existencia; pero seguirá estando ahí tras nosotros, en lo que vemos, en lo que oímos, en lo que olemos… en lo que sentimos.

Tratemos de definir verdad como, más o menos, todos la entendemos. Podemos decir, de manera corta y sencilla, que la verdad es aquello que creemos cierto e irrefutable, y que llegamos a ella a través del uso de nuestros sentidos. Es decir que hacemos todo un proceso racional, mediante el cual compilamos información, utilizando nuestros mecanismos de recolección (nuestros sentidos), y después utilizamos la lógica para interpretar esa información y así llegar al resultado, que es la Verdad.

Ahora, ¿es objetiva o subjetiva la verdad?, concuerdo con la posición de Ayn Rand y su filosofía objetivista, por lo tanto les digo que la verdad es objetiva. Objetivismo tiene como una de las bases fundamentales de su filosofía, el postulado Aristotélico de la Ley de identidad: A es A, entonces A no puede ser al mismo tiempo A y no ser A… Es decir que la posición metafísica de Ayn Rand es que no existen las contradicciones en el universo. ¿Qué tiene que ver todo esto con la verdad?, pues tiene mucho que ver, ya que para poder entender como la verdad es objetiva, debemos primero tener claro lo que para nosotros es la REALIDAD, y entonces tomando en cuenta la ley de identidad, podemos decir que la realidad no es desde ningún punto de vista contradictoria, y por lo tanto es y seguirá siendo lo que es independientemente de nuestra conciencia humana o de cualquier otra conciencia, llámese ésta Dios, providencia, Ser Supremo, etc.

A pesar de que lo que escribí arriba parece un trabalenguas, vamos a descifrarlo para hacerlo verdaderamente entendible… ¿Qué quiere decir que la realidad es lo que es? Que la realidad existe independientemente de lo que pensemos de ella, que un impulso caprichoso nos empuje a pensar que una pizarra blanca es negra no va a cambiar el hecho de que siga siendo blanca, por éste motivo es la realidad, y por lo tanto la verdad, objetiva y no subjetiva. La verdad y la realidad están por encima de la conciencia, por lo tanto ni el pensamiento ni la razón son capaces de cambiarlas, solo son capaces de estudiarlas, conocerlas e interpretarlas.

A lo que me refería cuando decía que la verdad ni la realidad son contradictorias, es que no pueden existir dos verdades sobre un mismo asunto, muchas veces escuchamos exclamar “tú tienes tu verdad, y yo tengo la mía”, cuestión esta que es incorrecta, porque no pueden existir dos verdades sobre un mismo hecho, lo que ciertamente puede existir son dos percepciones distintas de la verdad, pero la verdad es una sola, por lo tanto es objetiva e independiente de la conciencia y subjetividad humana.

Entonces y para terminar este artículo, teniendo ya claro porque la verdad es objetiva, debemos recordar siempre que la única herramienta humana para conocer la verdad es LA RAZÓN, por lo tanto se debe negar toda clase de misticismo, que asegure conoce la verdad por métodos extrasensoriales e irracionales, como lo son la fe, la adivinación, la intuición, etc.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Una espeluznante historia bíblica.



La inmensa mayoría de los venezolanos, hemos crecido en un sociedad fundamentalmente Católica, por ello hemos sido bombardeados, desde muy chicos, con principios éticos bíblicos y demás cuestiones religiosas que han formado nuestra idiosincrasia y cultura. Hoy me he decidido a tratar un tema verdaderamente espeluznante, y que me hace preguntarme ¿Cómo cuentan estas historias a niños en edades que su desarrollo racional no les hace capaces de cuestionarlas?, ahí está siempre el truco de la religión, entrar en la vida de las personas cuando las personas no tienen las armas para evitar esa entrada.

Bueno, sin más preámbulos sigamos con el tema que me compete. La historia a la cual me refiero es aquella que narra el sacrificio humano exigido por Dios a Abraham, el sacrificio de su propio hijo, analicémoslo. Cito desde Wikipedia:


“La Biblia contiene un relato acerca de un sacrificio humano no consumado, cuando Dios ordena a Abraham ofrecerle sacrificio a su hijo Isaac en un monte ceremonial (Génesis 22:1-19). Abraham se dirigió con Isaac hasta el monte sin decirle que él sería el sacrificado y luego de que éste juntara la leña para el holocausto lo ató, lo puso sobre el altar y se dispuso a degollarlo con un cuchillo. En ese instante fue detenido por Dios quien le dice que no mate a su hijo porque «ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único».”


Después de haber de haber leído éste fragmento no me queda más que empezar a hacerme preguntas, y por su puesto, a tratar de respondérmelas, ¿Qué empujo a Abraham a cumplir tan obedientemente la petición de su Dios? ¿Será el sacrificio de su hijo un acto verdaderamente posible racionalmente? ¿Es Abraham la personificación de un Valor o de un Antivalor?

Tratando de dar respuesta a nuestra primera interrogante, hay que analizar algunos factores de suma importancia, como son por ejemplo: el amor por el hijo, el amor por la divinidad. Sin duda alguna podemos decir reiterativa e inequívocamente que el amor de Abraham por Isaac es prácticamente nulo, cualquier ser racional que ha establecido bien sus valores pondría primero que nada a su hijo por encima de cualquier voluntad, sea esta humana o divina, que pretenda hacerle algún daño. Así que considero aberrante el amor a Dios por encima de todo, por ser una sumisión tiránica y esclavisante. Entonces creo que hemos respondido la primera de nuestras preguntas: Abraham cumplió el mandato de Yahvé por falta de amor por su hijo y por un excesivo amor hacia la divinidad. Con esto además damos respuesta también al segundo problema planteado, pues considerando lo antes dicho, no es una actitud racional sacrificar lo más valioso para nosotros, por una simple y caprichosa petición de un ser ajeno a nuestro plano vital.

En la escuela, cuando somos preparados todos los niños de familias católicas para hacer la primera comunión, nos es presentado Abraham como un valor en sí mismo, y como un hombre sabio y bondadoso que confió en Dios y estaba dispuesto a sacrificar a su único hijo, por la simple voluntad de éste. Pero hoy, convirtiéndome yo en revisionista de aquel bombardeo religioso del que fui objeto, estoy cada vez más convencido de que Abraham personifica más a un Antivalor que a un Valor. La personificación propia de lo valorado en esta historia está en el hijo, ese es el verdadero Valor, la persona amada, y escoger la muerte de lo que se ama constituye una aberración antinatural, que va contra el orden más básico de nuestra humanidad, el cual es la protección de aquello y aquellos que amamos y que por tanto defenderemos de cualquier circunstancia que amenace su existencia y su bienestar.

Ninguna de las opiniones aquí expresadas buscan herir la susceptibilidad de nadie, solo son un análisis desde mi punto de vista, cualquier creencia contraria es plenamente válida y respetada. Un agradecimiento especial a Ricardo Connett, sin él jamás se me hubiese ocurrido pensar sobre este tema y mucho menos escribir estas líneas.

martes, 15 de marzo de 2011

Libertad como cuestión ética.

Está muy de moda en nuestros tiempos hablar de libertad y de la imperiosa necesidad de llegar efectivamente a ella. No cabe duda de que la libertad es un tema de suma importancia que se suele tocar siempre desde los puntos de vista jurídico, político y social; y no como un tema ético, que según creo, es aun más necesario de estudiar.

Es cierto que los seres humanos nacemos libres y debemos permanecer libres, pero ¿Qué es ser libre?, ¿Somos realmente libres?, ¿Cuál es el límite de nuestra libertad?, esas son cuestiones que, inexorablemente, cualquier ser racional debería preguntarse en mayor o menor medida.

Primero que nada empezaré con lo que significa ser libre para mí. Ser libre es poder “elegir” sin más limitaciones que la de los derechos inherentes a las demás personas que nos rodean, además de esto la libertad no es un concesión como lamentablemente solemos creer, sino por el contrario un arte que depende de nosotros, es una cuestión que amerita el empleo de una técnica, que afortunadamente, solo podemos desarrollarla nosotros muy dentro de nuestra subjetividad. Además la debemos saber administrar de la manera más adecuada posible, ¿y cuál será la manera más adecuada?, pues la más beneficiosa y menos perjudicial para nosotros.

Para tratar de dar una respuesta oportuna a la pregunta de si realmente somos libres o no debemos tener en cuenta diferentes puntos relevantes, como por ejemplo el jurídico. Desde este punto de vista somos verdaderamente libres, por que las leyes así lo establecen, pero ahora veámoslo desde el punto de vista ético. Si lo analizamos desde dentro la ética nos damos cuenta que objetivamente existen ciertas cosas que limitan nuestra libertad. Así que tenemos dentro de este grupo de limitantes a: los miedos, las creencias religiosas y las imposiciones sociales.

El principal miedo que se nos presenta a la hora de hacer ejercicio de nuestra libertad, es el miedo a la responsabilidad que acarrea ser libre, como bien ha sabido explicar el filósofo Fernando Savater palabras más palabras menos “la gente suele pedir a gritos libertad, pero por dentro se alegran y dicen “Ay, menos mal que no lo soy”, y esto es porque siempre suele ser difícil tomar las riendas de nuestra vida y aceptar la responsabilidad que la misma acarrea.

La Religión por su parte, son una serie de premisas básicas que además son excluyentes y por lo tanto limitan nuestras elecciones, y son excluyentes porque no aceptan ser relevadas por otras so pena de un castigo celestial, que nos será impuesto por Dios al momento de nuestra muerte.

Por último, y quizá hoy en día, la limitación más grande que nos aqueja desde el punto de vista ético son las leyes morales pertenecientes a la sociedad, las cuales son impuestas a través de sus costumbres y culturas propias. Esta limitación es adquirida en los primeros años de vida por el individuo en la medida que se va relacionando con otras personas y aprendiendo de éstas sus costumbres, con las cuales moldea su personalidad de acuerdo con los ideales sociales del lugar y el tiempo en el que vive.

Desprenderse de estos paradigmas pertenecientes a estos tres grandes grupos no es tarea fácil, sin embargo dependerá del individuo, en la medida que desarrolle su capacidad de pensamiento racionado, hacerse con las costumbres que le parezcan más apetecibles y rechazar en su totalidad o en parte, las que considere poco beneficiosas o perjudiciales para su “Ser”. Les invito a todos a cuestionarse, a desechar y a adquirir nuevos paradigmas en la medida de que los mismos nos sirvan para nuestro crecimiento personal, que obviamente, no estará marcado por pautas impuestas por nadie, sino por nuestras propias decisiones. Seamos libres.

Luis Landa

Twitter: Luis_Ale_Landa